La Jornada destaca en primera plana que el Comité de Derechos de los Trabajadores Migratorios de la Organización de Naciones Unidas (ONU) acusó al gobierno mexicano de haber maquillado la realidad sobre la situación de los secuestros, maltratos y asesinatos que sufren los migrantes que pasan por el país.
En un encuentro celebrado en Ginebra a puerta cerrada, la delegación del gobierno de Felipe Calderón defendió que en México se cumple la ley, se respetan los derechos humanos de los migrantes, se persiguen los delitos y se garantiza el acceso a la justicia de los ciudadanos migratorios.
Pero, en el mismo encuentro, diversas organizaciones de defensa a los derechos humanos, y el propio relator de la ONU, denunciaron que en nuestro país la migración se ha convertido en un negocio
para los criminales y que prevalece la impunidad en la mayoría de los casos reportados.
Cada cuatro años, México tiene que ratificar ante la ONU la Convención de los Trabajadores Migratorios, en la que como Estado se compromete a garantizar el respeto a la integridad y velar porque se respeten los derechos humanos de estas personas.
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