Los reportes que las autoridades capitalinas insisten en negar sobre las operaciones del narcotráfico –no solamente del narcomenudeo- en la capital del país, involucran a por lo menos cinco organizaciones delictivas e implican desde reuniones para acordar negocios, ubicación de casas de seguridad y guaridas, hasta asesinatos violentos.
Los datos no solamente corresponden a reportes actuales de la Policía Federal, sino a informes de inteligencia a los que tuvo acceso Animal Político, de otras autoridades como la Procuraduría General de la República (PGR) y el propio Ejército Mexicano, que informan sobre la situación de estos delitos por lo menos de 2007 a la fecha.
La explicación de la presencia de cárteles de la droga en el Distrito Federal es que ésta es una de las siete entidades que por sus beneficios geográficos son clave en el tráfico de drogas en el país.
Un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), da cuenta de tres rutas en las que se ha detectado desde octubre de 2007 el trasiego de drogas, todas ellas haciendo conexión con la frontera de Estados Unidos.
Además de las rutas del Pacífico y del Golfo, los militares detectaron una conocida como Ruta del Centro, que arranca de Ciudad Cuauhtémoc y Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas.
Este recorrido pasa por Ixtepec, Oaxaca, toca a la ciudad de Puebla y por supuesto, al Distrito Federal, donde hay gente que los grupos tiene destacada de manera permanente.
Finalmente, la ruta señalada por la Sedena sigue hacia el norte por la capital de Aguascalientes, Zacatecas, Torreón, Coahuila, hasta Ciudad Juárez, Chihuahua.
Lugar de transacciones
Otro informe, éste difundido en mayo de 2008 por la PGR, refiere que por lo menos cinco organizaciones del narcotráfico estaban presentes en la capital del país donde en aquel año comenzaron a aparecer personas asesinadas y mutiladas, varias incluso sin cabeza y en zonas cercanas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El informe señalado ubicaba ya a La Federación, que estaba constituida por los cárteles de Juárez y Sinaloa, entonces el grupo más poderoso del país, como quien prácticamente tenía controladas 21 entidades y encabezaba el tráfico de drogas, principalmente cocaína, hacia Estados Unidos.
Este grupo, según la PGR, operaba con varios centros de operaciones en territorio nacional. En el Distrito Federal y Cuernavaca ya despachaban Juan José Esparragoza Moreno y Vicente Carrillo Leyva, éste último capturado justo en la colonia Bosques de las Lomas, de la capital del país, en abril de 2009.
La escisión del cártel de Sinaloa a cargo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha operado desde 2008 en 17 entidades, entre ellas el DF y el Estado de México, quien cuenta con centros de operaciones, entre otros sitios, en la capital del país y el valle de Toluca.
La organización de la familia Arellano Félix, todavía vigente y asentada principalmente en Baja California, ha trabajado en 15 estados y la Ciudad de México es una de sus plazas.
También “Los Zetas”, primero como brazo armado del cártel del Golfo y después ligados con el grupo de los hermanos Beltrán Leyva, operaban desde entonces en seis estados de la República, entre ellos la capital.
Finalmente, la PGR ubicaba a la organización de los Amezcua Contreras o Los Reyes de las Metanfetaminas en siete áreas de influencia, entre ellas el Distrito Federal, Michoacán y Colima.
La propia dependencia federal, a través de sus funcionarios, hizo público que en el Distrito Federal se expresaban todos los cárteles porque éste “es un lugar de reunión y de transacciones”, pese a que los grupos no se expresan con la impunidad como lo hacen en otros territorios.
De cinco a siete grupos
Los movimientos en las organizaciones y sus escisiones no han cambiado la situación de la capital mexicana frente al narcotráfico, pues un reporte de 2011 de la Policía Federal señala que hoy mismo son siete las organizaciones vinculadas con el narcotráfico las que están operando en el Distrito Federal.
Éstas son “La Familia Michoacana”, el cártel de Sinaloa, “Los Zetas” –ya sin el cártel del Golfo-, el cártel de Juárez, el del Golfo y el del Pacífico Sur.
Tanto el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, como el procurador capitalino Miguel Ángel Mancera, rechazan que esta información sea cierta, pues dicen que los delitos que tienen que ver con drogas en la ciudad están relacionados más bien con el narcomenudeo. Exigen, además, que el gobierno federal explique sus informes.