Esta mañana el jefe de Seguridad y Custodia del Centro de Prevención y Readaptación Social de “La Pila”, Miguel Ángel Reyna Martínez, fue asesinado junto con su esposa, mientras viajaba con ella y su hija en una colonia Julián Carrillo de San Luis Potosí.
De acuerdo con información de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), los hechos ocurrieron alrededor de las 6:40 horas en el cruce de Calle La Lonja e Ignacio Ramírez, en la Colonia Julián Carrillo, a unas cinco cuadras del Cuartel de la 12 Zona Militar.
Apenas ayer, en el penal de “La Pila”, el de más importancia en la entidad, se había registrado un motín de internos por el traslado de reclusos a penales federales, en el que resultaron lesionados al menos siete internos.
El funcionario del penal viajaba en una camioneta Ford Lobo blanca con placas TN-39852, acompañado de su familia, y presuntamente se dirigían a sus actividades cotidianas.
Según los informes, la menor presenta lesiones que en aparencia no ponen en riesgo su vida.
La agresión fue confirmada por la Procuraduría General de Justicia del Estado, la que indico que una primera línea de investigación es el traslado de reos federales.
Violencia penal
José Roberto Ríos León, empleado del penal de esta ciudad fue acribillado por hombres armados que viajaban a bordo de dos vehículos.
Rebeca Nicasio Vázquez, directora del Penal de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue asesinada por un reo cuando realizaba un recorrido por las instalaciones del centro de readaptación, según informó la Secretaría de Seguridad Pública del estado.
Un enfrentamiento entre internos del Centro de Readaptación Social (Cereso) Número 1 se registró en el área de procesados, dejando a una persona muerta y dos más heridas.
El jefe de seguridad del penal, Francisco Martínez, fue secuestrado cerca de su casa por un comando y su cadáver encontrado por agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones.
La Fiscalía de Chihuahua confirmó la fuga de 12 reos del Cereso de Aquiles Serdán y la recaptura de uno, luego de que fuera abierto un boquete en una de las paredes.
Varios presos del Centro de Reinserción Social (Cereso) No. 2 comenzaron a pelear entre ellos y utilizaron armas punzocortantes.