Eduardo Díaz Fleitas es uno de los rostros más conocidos de la disidencia cubana. Detenido en la Primavera Negra del 2003, hoy por fin don Eduardo se encuentra de regreso en casa, con su familia, en la provincia de Pinar del Río.
Díaz Fleitas regresa con la salud mermada después de ocho años de encarcelamiento, pero con completa claridad sobre lo que sigue: luchar por una Cuba democrática en la que se respeten los derechos humanos.
Cuatro horas después de su liberación, nos comunicamos con él para conocer los detalles sobre su estado de salud, sus años en la cárcel y lo que sigue en su lucha.
¿Cómo está?
“Estoy bastante bien gracias a Dios, a pesar de estar enfermo me siento bien. De regreso en la casa, con mi familia, llevo cuatro horas e imagínate, completamente feliz”.
¿Cómo lo recibió la familia?
“Con los ojos muy abiertos. No sólo mi familia, la cuadra entera, mi pueblo completo. Esto ha sido fenomenal”.
¿Cómo fue su estadía en la cárcel?
“Pues condiciones muy precarias, más graves en mi caso porque tengo varias enfermedades, tengo una alergia generalizada que se agrava cuando los lugares no están limpios. Estar en la cárcel fue tremendo para mi salud”.
¿Y el trato que le dieron?
“El trato fue siempre aceptable. Lo único que tendría que recordar es la dieta. Es una comida, te imaginarás, complicada. En estos ocho años, por mis condiciones de salud, no podía comer casi nada”.
¿Qué sigue para usted y su lucha?
“Bueno, me dieron libertad extrapenal porque ellos quisieron y porque otros presionaron. Lo que sigue para mi está claro, seguir empujando a favor de los derechos humanos y de la democracia en Cuba. Seguiré trabajando, después de ocho años en la cárcel seguiré luchando”.
¿Alguna acción específica?
“Sí claro, el 23 de febrero haremos una huelga de hambre de cinco días, en la cárcel y en la calle, con el fin de homenajear la muerte de nuestro Orlando Zapata Tamayo hace un año. Yo lo haré aquí en mi pueblo, Entronque de Herradura”.
¿Cómo se imagina una Cuba democrática?
“¡Imagínate tú! Eso sería lo más bendito para Cuba que añora la democracia y el respeto elemental de los derechos humanos”.
Si tuviera a Raúl Castro frente a usted, ¿qué le diría?
“Le diría que se dé cuenta que el pueblo de Cuba necesita cambio y transformación. Le diría que tienen que preguntarle al pueblo qué es lo que quiere, y poder elegir un líder libremente, si ellos ganan, trabajaremos con ellos, pero si no son ellos, les pediremos que le den permiso a quien quede”.
¿Algo más que quiera decirnos?
“Por favor publíqueme los nombres de los que quedan en la cárcel, se los voy a leer despacio: queda el doctor Oscar Biset; queda Héctor Maceda , queda Ángel Juan Moya, queda Pedro Argüelles, queda Diosdado González, queda José Daniel Ferrer García, queda Iván Hernández Carrillo, queda Librado Linares García. Quedan todos esos y varios que seguro se me olvidan”.
Entiendo que ya tiene que colgar, ¿algún mensaje para México?
“Mi respeto para los mexicanos que luchan por la democracia cubana, sólo les pediría que simpatizaran con la libertad de quienes aún están en la cárcel en Cuba”.