A sus tres años, Heidi Barraza Frayre se ha quedado huérfana dos veces y a su corta vida se suma una separación más.
La nieta de Marisela Escobedo, activista muerta a tiros frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, está retenida desde mediados de diciembre en un albergue de Houston, Texas sin un solo familiar que vele por ella.
Así lo dispusieron las autoridades migratorias de Estados Unidos cuando Heidi llegó a El Paso. Sus tíos Eduardo Alejandro y Juan Manuel Frayre Escobedo, además de su tío abuelo Héctor Ricardo Escobedo, cargaron con ella ‘al otro lado’ para pedir asilo político el 19 de diciembre, apenas tres días después de la muerte de Marisela, quien por dos años luchó para que el asesinato de su hija, Rubí Frayre Escobedo, no quedase impune.
El día que sepultaron a Marisela, la maderería de su pareja fue incendiada y su cuñado, secuestrado. El temor a otro atentado hizo que el resto de la familia corriera a la frontera.
Sin saber inglés y con la muerte de su abuela aún reciente, la pequeña Heidi fue separada de sus familiares. Sus dos tíos y su tío abuelo quedaron retenidos en el Centro de Detención y Remoción de El Paso en cuanto pusieron pie en Estados Unidos. A pesar de que días después, Eduardo Alejandro Frayre quedó libre, la niña siguió en custodia estadounidense.
La abogada chihuahuense Lucha Castro, quien junto a Marisela Escobedo logró que se condenara al asesino de Rubí tras un recurso de casación, viajó ayer a la ciudad de México y denunció el drama. La niña fue trasladada a Houston porque es ahí donde el estado de Texas resuelve los asuntos migratorios.
La pequeña, cuenta Lucha, está bien cuidada, pero para una menor que vio morir a su madre y que hace apenas un mes perdió a su abuela, la seguridad física no lo es todo.
“Seguridad emocional no tiene. No dudo que esté bien tratada, que sean personas caritativas, comprometidas. El problema es que está alejada de su familia, de las personas que más ama. El problema es la brutal agresión psicológica que está sufriendo”, explica la abogada que, al recordar el día en que Marisela Escobedo llegó a pedirle ayuda, reprime el llanto.
Lucha Castro, con su discurso recio y claro, afirma que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) tienen conocimiento de lo que está ocurriendo con Heidi, pero de acciones legales, nada.
Mientras tanto, la familia no puede hacer más. Juan Manuel Frayre Escobedo y Héctor Ricardo Escobedo esperan tras las rejas la respuesta a su petición de asilo. Las autoridades estadounidenses indagan a Juan Manuel por supuestas amenazas de muerte a Leticia Bocanegra, la madre del asesino confeso de Rubí Frayre Escobedo, y quien también pidió asilo en El Paso.
En Texas, el abogado Carlos Spector asesora a los familiares de Marisela Escobedo en su petición de asilo. Animalpolitico.com intentó localizarlo en su despacho para tener más información sobre el proceso, sin tener éxito.
¿Cuánto tiempo más pasará la pequeña Heidi separada de su familia? Nadie lo sabe. Hasta que no se defina si sus tíos se quedan en Estados Unidos o se les niega el asilo, la niña seguirá entre gente que se comunica en un idioma que no entiende y sin un solo rostro que le sea familiar.