Las autoridades federales y de Guerrero se confundieron al pensar que un brote de La Familia Michoacana atacaba, sin piedad, al puerto de Acapulco, semanas antes de las elecciones para la gubernatura de la entidad.
En realidad, los agresores son parte de un nuevo grupo que se ha hecho llamar Cártel Independiente de Acapulco (CIDA).
Reportes internos en el gabinete de seguridad, a los que tuvo acceso Animal Político, informaron de una supuesta pugna entre este nuevo grupo y Los Zetas, por un lado, y las reminiscencias del Cártel del Pacífico, por el otro.
Sin embargo, algo no cuadraba en la información que les llegaba desde Guerrero. Estos nuevos delincuentes atacaban de manera exagerada. Casi 40 muertes en la primera semana de enero rompieron cualquier récord de violencia, no sólo en el puerto turístico, sino en toda la entidad, según los diarios editados en Guerrero y en la ciudad de México.
Por otro lado, las áreas de inteligencia de la Policía Preventiva parecen tener datos de lo que está ocurriendo en esta zona: muertes a plena luz del día, cerca de playas concurridas y en zonas habitacionales de clase media; decapitados, tiros al aire y violencia extrema, cuyas características no son tan similares a las de La Familia Michoacana.
En Guerrero, como en Michoacán, ya aparecieron algunos mensajes de reivindicación, como los de aquellos narcos michoacanos que dicen apoyar al pueblo, reprobar al mal gobierno y actuar por el bien general.
“A toda la ciudadanía acapulqueña les pedimos que mantengan la calma, es mentira que van a robarse los niños de las escuelas, nosotros no calentamos nuestra propia casa, la gente Costa Chica, Acapulco y Costa Grande estamos al pendiente de nuestra ciudadanía.
“Es mentira que La Familia Michoacana quiera hacer daño a nuestra comunidad, ellos están en paz con nosotros”, señaló una de las primeras mantas, en las que los desconocidos dijeron no ser del cártel michoacano, pero tampoco estar contra ellos.
En Guerrero, la gente no ha realizado pintas ni colocado mensajes pidiendo a un grupo delictivo que le baje o le suba de tono a sus agresiones, como ya ocurrió en Morelia.
Hoy, en Acapulco opera este nuevo grupo criminal, cuyos integrantes son implacables, agresivos, quieren el control de la plaza a como dé lugar y no les importa a quiénes agreden con tal de generar miedo y arrebatar los espacios del tráfico local de droga.
Las primeras señales
Los primeros signos aparecieron a finales de octubre del año pasado, en mensajes a los que aparentemente las autoridades no hicieron caso. Dichos mensajes fueron firmados por “CIDA”, las siglas correspondientes al Cártel Independiente de Acapulco.
Sin embargo, los textos tienen algunas contradicciones y hablan de una escisión de la escisión. Es decir, de un nuevo grupo peleado ya, de entrada, con el primer supuesto jefe. Hoy, se busca conocer quién es la cabeza de la organización criminal.
¿Quién es ese Montemayor?
“Señor Montemayor, aquí están sus pistoleros. CIDA”, fue el mensaje aparecido junto al cuerpo masacrado de un hombre por unos 14 balazos, en las inmediaciones del conjunto habitacional Coloso, en el puerto guerrerense.
No obstante, hay otro mensaje, el cual fue emitido después, en el que el mismo cártel agradece la captura de ese mismo Montemayor, calificado como el responsable de los asesinatos.
La información sobre este grupo comenzó a generarse tras la captura de Carlos Montemayor, apodado “El Charro”, quien es suegro de Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”. Montemayor dijo pertenecer a una escisión del grupo que dirigía el citado capo y fue culpado por la desaparición y muerte de 18 turistas michoacanos en Acapulco.
Las autoridades federales también tienen en su poder el contenido de un video subido a YouTube, en el que se dan a conocer declaraciones de este sujeto, en las que señala como protectores de la nueva organización a algunas autoridades del gobierno del puerto, entre ellas el presidente municipal José Luis Ávila Sánchez; el director de Vía Pública, Juan Carlos Hernández Albarrán, y el director de Reglamentos y Espectáculos, Óscar Rangel Miravete.
El pasado domingo, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) dio cuenta de un enfrentamiento en el que cayeron siete presuntos miembros del CIDA, entre ellos José Lozano Martínez, “El Lozano”, el jefe de sicarios. Por ello, las autoridades creen que los narcos del nuevo grupo cuentan aún con líderes que los mueven y que están buscando tener el control en el estratégico puerto.
De manera oficial y por primera vez, la dependencia federal dio a conocer públicamente algunas pistas: el grupo utiliza “extrema violencia” para disputarse los puestos de mando y control de Acapulco; se le ubica tras la separación de varios hombres del grupo de “La Barbie”; se les vincula a la desaparición y muerte de los turistas michoacanos; y la droga sintética conocida como crystal se encuentra dentro de sus productos para elaborar y traficar.