“¿Qué es lo que más nos preocupa en el 2011?”, se preguntó el pasado 18 de diciembre Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, durante un discurso en la delegación Coyoacán. “Nos preocupa que van a subir los alimentos”, fue su respuesta. Y no podría ser otra, ya que mantener bien surtida la alacena del mandatario local le cuesta a los habitantes de la ciudad de Ciudad de México más del doble de lo que demanda el pago de su salario.
Durante los nueve primeros meses de 2010, el perredista recibió por concepto de sueldo 756 mil 590 pesos (un promedio de 2 mil 770 pesos diarios), mientras que, durante el mismo lapso, su oficina facturó en comida 1 millón 647 mil 89 pesos con 54 centavos, lo que equivale a un gasto en alimentos de 6 mil 33 pesos diarios.
El monto perteneciente a los gastos de alimentos es equiparable al presupuesto asignado durante el 2010 al Programa de Reinserción Social para Mujeres Víctimas de Violencia.
Según consta en un informe sobre gastos de alimentación de la Jefatura de Gobierno del DF, gestionado a través del Instituto de Transparencia capitalino, la receta financiera empleada por la oficina de Ebrard ha sido la misma durante los tres últimos años: gastar dos tantos en comida por cada tanto en el sueldo de su titular.
De esta forma, por ejemplo, en 2009, el jefe de Gobierno cobró un sueldo total de 907 mil 908 pesos, pero gastó 1 millón 922 mil 715 pesos y 76 centavos del erario en alimentación y enseres para la cocina instalada en la sede central del Ejecutivo capitalino, que sólo da servicio a Ebrard. Esta cifra está apenas por debajo de los fondos para mantenimiento de mercados públicos otorgados ese año a la delegación Tláhuac.
De la misma forma, en 2008 el mandatario local acumuló en salarios 1 millón 8 mil 792 pesos, pero ese año su alimentación demandó una erogación oficial de 1 millón 929 mil 76 pesos con 23 centavos, lo que habría sido suficiente para dar a 204 adultos mayores el apoyo económico que les ofrece el gobierno capitalino para la adquisición de comida, al menos durante 12 meses.
Fue en 2009 cuando retiraron de la Ley de Austeridad y Gasto Eficiente para el Gobierno del DF el tope impuesto a rubros operativos, entre los que destaca “alimentación”, el cual señalaba que los pagos relativos “no podrán excederse a los montos erogados en el ejercicio inmediato anterior”.
Hace dos años, sin embargo, dicha normativa fue modificada para establecer que las erogaciones en comida de funcionarios públicos capitalinos sólo deben sujetarse “a lo estrictamente indispensable”, sin establecerse ningún parámetro máximo.
¿El caldo o las albóndigas?
Como si se tratara de comparar la preparación del mismo platillo en dos restaurantes diferentes, el pasado 27 de noviembre de 2010, tanto la Jefatura de Gobierno del DF como la Secretaría de Finanzas recibieron exactamente la misma petición de información pública: un reporte mensual de las erogaciones realizadas bajo el concepto “gastos de alimentación” del titular del Ejecutivo capitalino, Marcelo Ebrard, entre 2008 y 2010.
Los tiempos de “cocción” de resultados fueron distintos: mientras que Finanzas preparó su respuesta en diez días, a partir de la información con la que contaba su Dirección General de Egresos B, la Jefatura de Gobierno pidió una prórroga de 10 días más, “derivada de la complejidad del requerimiento”.
Al final, el despacho de Ebrard entregó un reporte de gastos con algunas omisiones, que se hacen evidentes al compararlo con el informe que preparó la dependencia que administra los recursos públicos de la Ciudad de México.
En 2008, la Jefatura de Gobierno afirmó haber gastado en alimentación 1 millón 429 mil 704 pesos; sin embargo, Finanzas reveló que el gasto real fue 500 mil pesos superior.
Para 2009, la oficina de Ebrard informó haber gastado 1 millón 468 mil 765 pesos; pero Finanzas la contradijo al reportar que el gasto verdadero fue 454 mil pesos más elevado.
Entre enero y septiembre de 2010, la Jefatura de Gobierno dijo haber pagado en comida 1 millón 286 mil 478 pesos; pero Finanzas, nuevamente, dejó ver que en ese lapso hay un gasto no reconocido por la oficina del titular del GDF equivalente a 360 mil 600 pesos.
En total, 1 millón 314 mil pesos en gastos de alimentación en lo que va del gobierno de Ebrard no fueron reportados, cantidad que equivale a la beca que recibirán 156 estudiantes de bachillerato con promedio de 10, durante este 2011, a través del programa oficial Prepa Sí.
Las contradicciones entre los informes presentados, sin embargo, no quedan ahí, ya que mientras la Secretaría de Finanzas reportó que dichos gastos incluyen “los pagos en efectivo para el mismo fin (alimentación) y para cubrir gastos que se realizan fuera de las instalaciones”, la Jefatura de Gobierno aseguró que “en cuanto a gastos de restaurantes y servicios privados de entrega de alimentos, no se encontraron erogaciones directamente realizadas por el Jefe de Gobierno”.
De hecho, aclara el Anexo 2 del oficio JGDF/DEA/SRF/0017/11, emitido por la Subdirección de Recursos Financieros de la Jefatura de Gobierno, en sus horas de trabajo el titular de la administración capitalina sólo degusta “carnes frías, lácteos, frutas y verduras” preparadas por servidores públicos contratados exprofeso. Sólo en estos enseres para la alimentación exclusiva de Ebrard, remata el informe, se han gastado 221 mil 437 pesos entre diciembre de 2007 y septiembre de 2010.