El secuestro de los 50 migrantes centroamericanos en Chahuites, Oaxaca, ocurrió el 16 de diciembre, sin embargo, apenas el 22 de diciembre –seis días después- los migrantes testigos serán recibidos por la Procuraduría General de la República (PGR) para tomar sus testimonios.
Después de los dimes y diretes que se han suscitado entre el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por este caso, el coordinador pastoral de la Movilidad Humana de la Diócesis de Oaxaca, Alejandro Solalinde –quien siempre ha apoyado la tesis de que los migrantes efectivamente fueron secuestrados- contó con detalle al programa de radio “Atando Cabos” cómo fue el secuestro, según los testimonios proporcionados por los mismos migrantes.
Solalinde narró que el secuestro ocurrió en un lugar a 25 o 30 minutos de Chahuites, Oaxaca, lugar donde se practicaba un operativo de migración, y 800 metros antes de una planta tratadora de agua.
El coordinador pastoral dijo que alrededor de 300 migrantes se dieron cuenta de tal operativo y comenzaron a dispersarse. “Algunos de ellos subieron a un tren que pasa por la zona, otros se fueron como pudieron, pero los que se suben en el tren un poco antes de Chahuites en la parte de adelante se dan cuenta que el tren es detenido por maderos y piedras, así como por un grupo de personas vestidas de negro que cuentan con armas blancas y armas de fuego, por tal empiezan a jalar a la gente que se subió al tren.”
Solalinde indicó que una vez que bajaron a los niños, mujeres y a algunos hombres que fueron amarrados, los llevaron a 800 metros antes de la casa de seguridad, casa que se localiza antes de llegar a Chahuites.
“Ellos vienen –los migrantes- con esa gente que los viene amarrando y cuando dan una vueltecita a una especie de terracería, estoy hablando de unos 50 metros, se meten por una bardita de medio metro de piedra, ahí empiezan a subir a la gente; mientras la están subiendo, los que venían atrás custodiando se pasan adelante dejando que mucha gente corra”, expresó.
Además, Solalinde agregó que entre los que corrieron se encontraban dos mujeres y un hombre, a quienes los secuestradores dispararon pero fallaron.
Según el coordinador pastoral, los migrantes fueron llevados a una casa de seguridad de los secuestradores, “una casa de block que en medio tiene un patio con madeja seca, en la que no vive nadie.”
Entre las personas que lograron escapar –entre ellos un guatemalteco- llegaron a la Casa del Migrante de ciudad Ixtepec. El guatemalteco llegó “en total hermetismo y aterrado luego de los hechos, pero se le empezó a dar un poco de confianza para que pudiera colaborar para saber lo ocurrido ese día.”
Algunos migrantes se ocultaron en los matorrales toda la noche hasta el día siguiente, cuando se percataron que entraron camionetas por la calle donde entró el Ejército “dizque a hacer el operativo y se llevaron a la gente.”
Solalinde dijo que los testigos no identificaron a los plagiarios, pero que en la ciudad de Ixtepec está el núcleo de la “Mara 13”, que desde hace varios meses ha sentado sus bases en dicha población y ha marcado su territorio.
LAS VERSIONES
El 21 de diciembre, el Instituto Nacional de Migración (INM) negó el plagio de migrantes centroamericanos, acto que fue denunciado por el gobierno de El Salvador. Sin embargo, la institución informó a través de un comunicado que ya se dio a la tarea de recabar evidencias derivadas del presunto asalto y secuestro del grupo de 50 indocumentados en Oaxaca.
“No existe evidencia de que el tren haya sido obstaculizado o bloqueado por ningún grupo en la localidad de Chahuites, Oaxaca, antes del operativo efectuado por agentes migratorios, no hay denuncias ante autoridades mexicanas presentadas por parte de migrantes extranjeros al día de hoy”, informó el INM.
Por su parte, la Cancillería de El Salvador sostiene que los secuestradores obstruyeron las vías del tren con troncos y piedras, subieron a los vagones, golpearon a los inmigrantes, los despojaron de sus pertenencias y secuestraron a unas 50 personas, entre ellas 15 mujeres y cinco niños.
Entrevista con el padre Alejandro Solalinde en “Atando Cabos”
Ayer por la tarde, Honduras, Guatemala y El Salvador denunciaron, a través de un comunicado conjunto, el secuestro de los 50 migrantes centroamericanos en la localidad de Chahuites, Oaxaca.
“Estamos enviando una carta de protesta para que las autoridades mexicanas procedan a realizar los operativos para encontrar a estos hermanos secuestrados, para que no corran la misma suerte de los 72 migrantes masacrados en Tamaulipas”, señaló Mario Canahuati, canciller de Honduras.
Canahuati exigió a las autoridades mexicanas aumentar la seguridad en las zonas donde se cometen delitos, tal es caso de las vías de trenes. También señaló que se han puesto en contacto con el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos,Raúl Plascencia, así como del Instituto Nacional de Migración, para ayudar en las investigaciones.